domingo, 18 de agosto de 2019

La Casa de Andrade


La Casa de Andrade














el puente de Pontedeume

vista general de Pontedeume
Pazo dos Andrade

Fernán Pérez de Andrade «O Boo» es el primer señor de Pontedeume en virtud del privilegio otorgado en Burgos el 19 de Diciembre de 1371 por Enrique de Trastámara como recompensa por su apoyo en la guerra fratricida contra el rey Pedro I «el Cruel».
A la donación de los señoríos de Pontedeume y Ferrol se uniría en 1373 la del señorío de Vilalba, de manera que comienza la ascensión de la Casa de Andrade hacia el primer rango de la nobleza gallega.
Pontedeume, a partir de entonces, quedará íntimamente ligado al destino de esta familia.
Legendariamente, se atribuye a Fernán Pérez «O Boo» la construcción de siete iglesias, siete monasterios, siete hospitales y siete puentes.

Escudo de los Andrade

Escudo de Los Andrade en el Torreón de Pontedeume. Foto: Turismo.gal
Fernán Pérez fallece en 1397, sucediéndole su sobrino, Pedro Fernández de Andrade, por carecer de descendientes. Su gobierno sería breve y de escasa importancia.
A este le sigue Nuno Freire de Andrade apodado «O Mao», por su carácter despótico y cruel. Fue implacable con los monjes de Sobrado, con quienes los señores de Pontedeume siempre mantuvieron una guerra incesante; y sometió a sus vasallos a constantes alzas de impuestos para costear sus campañas de Castilla, por lo que los burgueses y marineros de las villas de Ferrol, Betanzos y Pontedeume se unieron a los campesinos para formar la «Irmandade Fusquenlla».
Acaudillada por Roi Sordo, surge así una hermandad que pronto se convirtió en un movimiento de emancipación, llegando a sitiar a la familia de Nuno Freire en el Castillo de Andrade.
Sería el apoyo del rey Juan II -según consta en sus «Crónicas»- el elemento clave para derrotar a la «Irmandade».

Sepulcro Fernando Pérez "O Boo"

Sepulcro de Fernán Pérez «O Boo» en la Iglesia de San Francisco de Betanzos. Foto: Llacasagalman.blogspot.com
Nuno Freire de Andrade muere el mismo año en que es sofocada la sublevación de sus vasallos, es decir, el 1431, sucediéndole su hijo Pedro Fernández de Andrade.
María de Andrade es la siguiente heredera del señorío de Pontedeume, pero al morir sin sucesión, sus posesiones pasan a su tío Fernán Pérez «O Mozo» en torno al 1443. Éste tendría que hacer frente a nueva guerra irmandiña de mayores proporciones que la anterior entre 1467 y 1468. La acaudillaban Pedro Osorio en el centro de Galicia, Alonso de Lanzós en las tierras de Betanzos, Pontedeume y obispado de Mondoñedo, y Diego de Lemos entre el Ulla y el Limia.
Los resentimientos que todos ellos albergaban contra los Andrade hicieron que la guerra fuese especialmente virulenta en los dominios de esta familia, y así bajo el grito de «¡Abajo las fortalezas!» fue derribado el Castillo de Andrade. Alonso de Lanzós invade y consigue apoderarse de Pontedeume, haciendo huir a Fernán Pérez, pero al final es reintegrada a los dominios de los Andrade y la rebelión sofocada.
En 1470Diego de Andrade, hijo del Fernán Pérez, se convierte a su fallecimiento en el séptimo señor de Pontedeume.
Ante el problema sucesorio entre Isabel y Juana la Beltraneja, los nobles gallegos se dividieron. En este caso, el de Andrade luchó contra su otrora aliado Pedro Álvarez de Sotomayor y Pardo de Cela, partidarios de la hija de Enrique IV.

Sepulcro Nuno Freire de Andrade

Sepulcro de Nuno Freire de Andrade «o Mao» en el Monasterio de Monfero. Foto: Ferruxo.blogspot.com
Ya afianzados los Reyes Católicos en el poder, continúan las sublevaciones y enfrentamientos con los nobles gallegos, hasta que el ajusticiamiento del Mariscal Pardo de Cela y un juramento de obediencia al rey, firmado por el conde de Altamira, el conde don Sancho y Diego de Andrade marca el inicio de la pacificación del territorio.
La lealtad del Señor de Andrade fue recompensada por los Reyes Católicos confirmándole en la posesión de todos los bienes, tierras, señoríos, villas, castillos y fortalezas que heredara; le otorgaron una renta de cien mil maravedíes de por vida; lo nombraron regidor de A Coruña en 1476 y capitán de la misma ciudad en 1477; formó parte del consejo del rey en la corte y lo hicieron conde de Vilalba, cuyo castillo reedificó. Murió en 1492, tras haber asistido el año anterior a la guerra de reconquista de Granada.
Pero será su hijo, Fernando de Andrade y Pérez de las Mariñas, el conde más relevante de cuantos ostentaron el señorío de Pontedeume en lo referente a hechos de armas. Así, acompañó a su padre en la guerra contra los árabes, aunque sobre todo destacó por sus victorias en Italia frente a los franceses en 1503, 1511 y 1522, ganando en la Batalla de Seminara los territorios que antes perdiera el «Gran Capitán», Gonzalo de Córdoba.

Sepulcro Fernando Pérez

Sepulcro de Fernando de Andrade y Pérez de las Mariñas, en la Iglesia Parroquial de Pontedeume.
Siguiendo el ejemplo de sus predecesores, don Fernando invirtió sus últimos años en crear y dotar instituciones religiosas con cuantiosas sumas y así, funda el convento de frailes agustinos y la capilla mayor de la actual Iglesia Parroquial, en la que estableció varias capellanías. Aquí será enterrado tras su muerte, acaecida en fecha imprecisa entre 1540 y 1542.


 MONASTERIO DE MONFERO
 CASTILLO DE NOGEROSA
 VISTA DESDE LA TORRE 
 LA TORRE
EL POZO DEL CASTILLO

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