viernes, 7 de noviembre de 2014

La nueva guerra fría que puede convertirse en guerra caliente entre EEUU y la UE contra Rusia

Solo con el apoyo del presidente de Rusia, Vladímir Putin, se podrá resolver la crisis de Ucrania, advierte el exministro de Exteriores del Reino Unido David Owen.

"La única persona que puede garantizar un acuerdo es Putin. Su país, por supuesto, sufre sanciones (...) El interés de Rusia apunta claramente hacia un acuerdo, pero la forma en que se presente es lo que realmente importa", opina Owen. 

Según su punto de vista, cualquier acuerdo sobre Ucrania debe ser acompañado por el levantamiento inmediato de las sanciones de EE.UU. y la UE. "Esto despejará el camino para hacer frente a la aguda crisis presentada por el Estado Islámico", concluye el exministro británico.  

No es Rusia la que tiene bases militares rodeando todo el territorio estadounidense con misiles apuntando a EEUU. Mire el mapa y se verá que no hay bases militares rusas alrededor del territorio estadounidense. Mire ahora el territorio alrededor de Rusia y verá que está rodeada de bases militares con misiles y bombas nucleares, por todas partes de la frontera: Norte, Centro y Sur. Es Rusia, no EEUU, quien tiene razones para estar más que preocupada. Es EEUU el que está cercando más y más a Rusia. No a la inversa. Esto, que es obvio, es silenciado en los medios españoles.
 Quien inició las tensiones en Ucrania no fue Rusia, sino EEUU, en cuyo gobierno hay fuerzas muy poderosas, tanto en el Departamento de Estado como en el Pentágono, que quieren que Ucrania se integre en la OTAN. No se puede entender lo que ocurre en Ucrania sin entender lo que está ocurriendo también en EEUU. En este país hay un agotamiento y rebelión de la población frente al enorme coste que supone la continuidad de guerras y conflictos bélicos que se realizan, con un gran coste humano, incluyendo el bienestar de las clases populares de EEUU. El gobierno federal es el Estado más armado del mundo y es, a la vez, el que ofrece menos seguridad y protección social a sus ciudadanos: EEUU tiene el Estado del Bienestar menos desarrollado de los países de la OCDE (el grupo de países más ricos del mundo). La política del Presidente Obama de deshacerse de las guerras de Irak y Afganistán y su gran resistencia a iniciar otros conflictos bélicos se debe precisamente al rechazo popular a añadir más guerras al largo historial de conflictos bélicos que caracterizan la política exterior de EEUU.
 Cuando la Unión Soviética se disolvió, hubo un acuerdo de que la OTAN no se expandiría hacia el Este y quedó claro que Ucrania no se integraría en la OTAN. Esto está claro, e incluso la Sra. Merkel, presionada por los cancilleres Khol y Schmidt, lo ha reconocido. ¿Por qué, entonces, no se denuncia que el Secretario General de la OTAN, siguiendo los deseos de los belicistas del Departamento de Estado y del Pentágono, haya invitado al gobierno ucraniano a que se integre en la OTAN? ¿No ven que esto es un acto de provocación enorme a Rusia?
Los supuestos secesionistas y títeres pro rusos no fueron secesionistas en sus orígenes, pues pedían el desarrollo de una Ucrania federal, lo cual es lógico, pues aquel país está compuesto de varias naciones. La intolerancia del gobierno de Ucrania para negociar esta posibilidad es lo que está llevándoles a posturas secesionistas. Y el hecho de que no son títeres se evidencia en que en varias ocasiones no han seguido los deseos del gobierno Putin. Cuando Putin, creyendo que representaba sus puntos de vista, llegó a una serie de acuerdos que no habían sido consultados con ellos, los supuestos títeres se distanciaron de los acuerdos. En realidad, aunque hay una gran variedad de sensibilidades entre los pro rusos, una gran parte son movimientos de izquierdas herederos de los luchadores antinazis, con un gran componente comunista. Una de las primeras medidas que impuso el nuevo gobierno ucraniano fue precisamente la prohibición del Partido Comunista ucraniano. Lo último que desea Putin es la reavivación del comunismo en Rusia (Léase Elena Koroleva, “Ilegalización del Partido Comunista de Ucrania, una peligrosa farsa en tiempos sangrientos”, Rebelión, 28.02.14).
 No está claro lo ocurrido con el vuelo 17 de Malaysia Airlines el día 17 de julio de este año, sobre territorio ucraniano. El gobierno federal ha acusado a los rebeldes pro rusos de haber derribado el avión con armas obtenidas del gobierno Putin, lo cual podría ser, pero no se han presentado pruebas que lo confirmen. Los rebeldes pro rusos lo niegan y también lo niega el gobierno Putin y han provisto información, mostrando como el avión se había desviado de la ruta normal y que estaba siendo seguido a una distancia de 3 o 4 kilómetros por un avión militar perteneciente a las fuerzas aéreas del gobierno ucraniano. El gobierno ruso ha pedido que se haga una investigación internacional, petición que no ha obtenido respuesta ni del gobierno ucraniano ni del gobierno federal de EEUU.

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